¿A qué llamamos despolitización?

Desde hace unos días no paro de escuchar comentarios sobre la presencia de determinadas personas en nuestras acciones, como baluartes de sus respectivos partidos políticos. En concreto me refiero al señor Prados, del que les informo que es uno de los miembros de este blog. Se ha llegado a decir incluso, que en las manifestaciones no viene la prensa porque él esta presente. Remitiéndome a los principios por los que se creó este blog, no pienso citar en ningún momento la formación política a la que mi compañero apoya.

Quisiera que seamos un poco mayorcitos, y entendamos la diferencia de algunas cosas. Ciertamente, hay personas que en algún momento de su vida han elegido apoyar una idea política, e incluso trabajar para los ciudadanos. Todos en una democracia tenemos una cierta querencia por alguna ideología, que incluso se materializa en un partido concreto cuando votamos. Y no somos políticos. Así que me gustaría que hiciesen introspección.

La única diferencia entre el señor Prados y muchos de ustedes, es que además de tener un sentimiento, lo ha llevado a la práctica. Pero vayamos a lo que nos importa, ¿en qué modo es criticable su apoyo a nuestra causa? Yo les explico:

Actualmente este vecino no es un político, sino un militante. Quisiera que tuvieran clara esta diferencia, porque es vital. Ni es concejal, ni representa al partido públicamente. Sólo esta dentro, como muchos otros.

En ningún momento ha echado mano de su partido para promocionar nuestra gesta, y ustedes ni siquiera sabían que escribía aquí. En las manifestaciones no portó pancarta alguna con citas de sus ideas políticas.

Si haber pertenecido a una formación política en algún momento de su vida es un motivo de rechazo, a lo mejor es que nosotros entendemos tan bien la democracia como el alcalde y sus lacayos.

Por otro lado, y referido a su propia persona, nunca se le ha tenido que llamar al orden por temas políticos, vive en la urbanización y no con una segunda vivienda, sino con vivienda habitual. Es decir, tiene tanto derecho como el que más.

Les diré además, que aunque el Alcalde califique de “rojos malos” a todas aquellas personas que no se dirigen por sus designios, en el anterior Consejo Rector estaban representadas todas las formaciones políticas, incluida la del alcalde. Y no sólo por sentimiento, sino que al igual que el señor Prados, algunos eran militantes.

Sin embargo, no quiero que piensen que yo estoy defendiendo una posible candidatura suya. Como todos los demás, pienso que se requiere gente de refresco, y que no genere suspicacias. Solo expreso mi indignación ante comentarios de desprestigio sin sentido. Yo he pertenecido a otra formación distinta a la del señor Prados, y estoy muy orgulloso de ello. ¿Debo despolitizarme también por “imbuirles” a ustedes de las doctrinas de los que han sido mis compañeros? ¿O quizás debemos ser sensatos y aceptar que en esta vida, mientras no coarte nuestras libertades, cualquier persona puede pensar lo que le de la gana?

En este sentido, yo le preguntaría a aquellos que atacan por este motivo, si me podrían asegurar que al hacer estos comentarios no pertenecen a un partido y lo ocultan para desprestigiar al adversario, que ha sido valiente y ha dado la cara.