Todos sabemos como se ganaron las votaciones en la última Asamblea de la urbanización Nueva Otura. Una plataforma de vecinos utilizó tácticas de dudoso gusto, mintiendo y generando distensiones. Inclusive alguno cayó en aspectos aún peores, pues en la misma Asamblea se demostró que un miembro del actual Consejo Rector portaba acreditaciones de firmas falsas.
Su política pre-ocupación en los meses anteriores a la Asamblea fue clara: Promover mentiras sobre el anterior Consejo Rector y arengar a los vecinos para que no pagasen los recibos del pozo que se estaba arreglando. Como ustedes imaginarán, esto generó una situación muy dura a la hora de gestionar la Urbanización. Se requería ese dinero para pagar facturas y los ingresos en la cuenta eran muy pocos.
Pero prosigamos. Toda esta maquinaria de acoso y derribo propició que los cálculos del antiguo Consejo Rector fallasen. Desde hacía un año, sabían que no habría agua suficiente para este verano, y por ello se estaban dando prisa en tener a punto el nuevo pozo. Con la devolución de los recibos, esta gesta fue imposible.
Avancemos más, los integrantes de la mencionada plataforma ganan las votaciones. A los pocos días empiezan los cortes de agua. ¿Qué ocurre? Realmente tenían razón sus anteriores homólogos. Y entonces se produce algo maravilloso: Lo que antes era ilegal, innecesario y desproporcionado, ahora es algo vital y de obligada realización. Hay que rematar el pozo para dar suministro.
Las respuestas a esto entre sus votantes no se hicieron esperar cuando, a partir de ese momento, se les pedía que pagasen los recibos. Hubo de todo, desde algún “¡no tenéis vergüenza!” hasta un “ahora me han pedido 7 euros más de multa por haber devuelto el recibo antes”.
Y el caso es que de alguna manera, no sin antes demostrar su incompetencia, han conseguido poner a punto el nuevo pozo, más el que se cargaron “vayaustedasaberporqué”.
¿Cual es la conclusión de los creadores de este blog? Remitirnos al titulo de esta entrada. Tenemos más estilo que este Consejo Rector, sin duda.
Señores, para que esto funcione, debemos pagar las cuotas, es imprescindible.
Aunque no nos guste el cobrador, debemos ser rigurosos en nuestros pagos, pues sin ellos todo lo que hemos hecho desde los últimos veinte años se va al traste. No debemos olvidar que estamos todos en el mismo equipo, y que nadie es más que nadie. El señor Alcalde acusó a muchos de promover intereses personales al ponerse en su contra. Aquí luchamos por lo que es nuestro, claro, pero lo que es de toda la urbanización. Cuando vemos que quiere entregarse la urbanización al Ayuntamiento para Octubre, nos ponemos en contra, no por ideologías políticas, sino porque sabemos que el modo en que se va a hacer nos perjudica. El Alcalde, señores, tiene un sueldo pagado por las arcas municipales, al igual que toda su corporación. Nosotros no.
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