¿Dónde está Gumersindo?

Ya han pasado varios días desde el cambio de gobierno en el Ayuntamiento de Otura. Incluso ya ha habido un pleno con el nuevo edil, y ajustando los nuevos cargos. En un clima como este es normal que nos preguntemos que se está cociendo con nuestra urbanización. Y yo les diré que por el momento nada. Aún no ha habido lugar para tratar a fondo nuestro problema.

Hay que darle un margen de confianza al Alcalde, es normal que ahora tenga que afrontar todos los líos que habían dejado los "nachos". Un tiempo prudencial tendremos que esperar.

Sin embargo hay personas que tampoco están dando soluciones a nuestros problemas, y en cambio son los principales responsables de la gestión de la urbanización: los miembros del Consejo Rector. No se les ve el pelo. A la autobusera tampoco, y ya se pueden imaginar ustedes por qué. Pobrecita.

Las únicas noticias que tenemos de ellos son francamente desoladoras. Prácticamente solo se les ve acudiendo a las llamadas de partido o insultándonos, sobre todo el señor Gumersindo, que es quien más ejemplo debería dar. ¿Dónde estás? ¿Escurriendo el bulto? ¿Diciéndole a la gente que lo de la urbanización ya no es cosa tuya? Si ya no gobiernas la urbanización y se la has cedido al Ayuntamiento como dices, ¿por qué contratas a una empresa para que nos cobre las cuotas de la comunidad?

Señores, la situación es demencial. Aunque hemos promovido por aquí el correcto pago de las cuotas, nos consta que el cambio de empresa ha degenerado en la anarquía de los deberes comunitarios. La gente está haciendo lo que buenamente quiere. No lo compartimos, y como no podemos controlarlo, debemos dar ya el cerrojazo y cambiar la directiva. De este obstáculo tenemos que salir cuanto antes si no queremos que se repita lo de este verano, pero en invierno. Movilicémonos, busquemos a las personas que pueden conformar la candidatura y avancemos hacia adelante, porque todo parece indicar que la Asamblea se desarrollará muy prontito.

Respecto a Gumersindo, tan poco respeto hacia nosotros no se merece que nos rebajemos a su escaso nivel de comportamiento cívico. Les ruego que no lo acosen, aunque no puedo impedirles que al verlo no imiten aquel gesto de "¿estáis locos?", porque desde luego sus gestos no parecen de persona cuerda...